Cada Navidad recordamos el nacimiento de un niño que trajo la alegría y la esperanza a este mundo. Cada año podemos también nosotros dedicar un tiempo para rescatar de nuestro corazón y abrazar al niño que fuimos y que todos llevamos dentro. A igual que entonces, un poco de luz, de paz y de alegría crecerá en tu interior y lo podrás compartir con tus seres queridos.
En estas fechas todos nos deseamos cosas estupendas, compramos muchos regalos y hacemos bellos propósitos…. Nosotros no queremos desearte nada, porque, en ti, ya tienes mucho. Por eso… ABRE LOS OJOS, DESCUBRE EL TESORO QUE ERES y OFRÉCESELO A LOS DEMÁS.
¡FELIZ NAVIDAD!