Atman Ser y Crecer Atman Ser y Crecer
Para ser y crecer
Un buen padre tiene algo de madre
Anónimo
Atman

LLEGÓ EL INVIERNO

¡Y llegó con fuerza! En estos días la lluvia, el viento y la nieve no han dejado lugar a dudas. Ha llegado el invierno. Después de un otoño sin mucho frío, las temperaturas han bajado no sólo en nuestra península, sino en toda Europa. Las inclemencias del tiempo se han convertido en noticia de primera página en las televisiones y periódicos.

¿A ti cómo te sienta este frío? Muchos de nosotros estamos congelados, como paralizados y sin fuerzas para movernos. ¡Qué sabia es la naturaleza! No caemos en la cuenta de lo importante que es pasar por la experiencia del invierno.

Fijémonos en la naturaleza. La nieve sepulta las cumbres de las montañas y algunos animales se esconden en sus cuevas a la espera de un clima más benévolo. Escasean los alimentos y las plantas han perdido ya sus hojas y soportan al desnudo los temporales. En la campiña, donde hay nieve, la humedad va calando poco a poco en lo profundo de la tierra y la prepara para la simiente de la primavera. Donde sólo hace frío, los sembrados se detienen y no crecen… aparentemente, porque el frío les empuja a crecer por las raíces, cada vez más profundas y más fuertes. Así la planta podrá protegerse mejor cuando llegue la sequía.

En los países nórdicos el invierno es el tiempo de cuidar el hogar ya que con las nevadas no se puede hacer vida afuera.

Esa es la sabiduría del invierno: cuando escasean los nutrientes, hay que entrar en inactividad y guarecerse en casa. Cuando fuera hace frío, hay que crecer hacia dentro, fortalecer las raíces; el agua penetra más profunda cuando lentamente la nieve se derrite. No podría ser de otra manera, pues la primavera corre el peligro de perderse en su explosión de vida. Sin el invierno, duraría un suspiro. La dureza del invierno ha fortalecido la vida de la primavera.

Así es también la vida humana. No podemos evitar el invierno, pues la primavera corre peligro. No podemos evitar el frío, el temporal o la nieve. Cuando toca vegetar, hay que hacerlo. La vida pide cada cierto tiempo que nos retiremos para volver a fortalecer nuestras raíces. Entonces, entra en tu hogar, enciende una buena lumbre, abrígate y reposa tu corazón en la meditación de un buen libro o el abrazo de tus seres queridos.

¡Qué bien! ¡Llegó el invierno!

5064-Embalse de la Serena II

581340-Photo21_22

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies